Biólogo de vida silvestre, falleció este verano. Con él se nos va el último discípulo vivo del padre de la Conservación Biológica, Aldo Leopold. Sus intereses en ecología de ungulados eran un punto de partida para una mirada amplia de la conservación de la fauna silvestre. Convencido de los enfoques interdisciplinarios, orientaba a mirar los problemas desde diferentes ángulos. Fue pionero en desarrollar programas multi e interdisciplianrios de pre y postgrado en manejo de fauna, como el que colaborase a fundar en la Universidad de Washington. «DICK» Taber se interesaba no solamente en los aspectos ecológicos de la conservación, sino también de la dimensión humana de la gestión de vida silvestre y la relación entre la fauna, su conservación y el bienestar de las poblaciones humanas (Taber, R.D. & N.F: Payne 2003. Wildlife, conservation, and human welfare: a United States and Canadian perspective, Krieger Publishing, Florida). Su aporte a la conservación fue reconocido con el máximo honor que The Widlife Society ofrece, el Premio Aldo Leopold.
Sus estudiantes, dispersos desde Norteamérica a Taiwan y Chile, nos privilegiamos de su amplio criterio como tutor, pues invitaba a explorar diferentes temas, orientando con preguntas inquisitivas, guiando sin imponer. En sus preguntas y en sus conversaciones hacía gala de un rápido y agudo sentido del humor (Taber, D. & P. Taber. 1999. Parties without pain: your guide to healthy humor. Doud-Eared Publications) que hacía aún más ameno y desafiante trabajar bajo su dirección. Adios, Maestro.